La última sesión de clase la empezamos como empieza la película Aviones de papel: creando uno. La verdad es que hay tantas cosas con las que puede llevarse a cabo un aprendizaje basado en proyectos (ABP) que me parece raro que nunca haya tenido ninguna experiencia sobre ello que poder contaros, quizás porque hasta hace poco no se había estudiado como técnica educativa. Así, me gustaría llevarla a cabo cuando tenga la oportunidad, porque creo que es algo que puede motivar y entretener a los alumnos, a la vez que aprenden a resolver problemas reales.
Y ahí llega el punto que más me gusta del ABP. Creo que la educación, tal y como está planteada, no nos prepara para enfrentarnos a la vida real, ya que esta no son libros de texto, no es memorizar y soltar en un examen, no es aprender a hacer un tipo test. Es identificar un problema y ser capaz de resolverlo. La frase que vimos en clase, “una buena pregunta en el siglo XXI es aquella cuya respuesta no se puede googlear” me hace pensar en los problemas a los que nos enfrentamos cuyas respuestas no están en los libros de texto, sino en el trabajo en equipo, la cooperación, la creatividad…
Y creo que eso es lo que nos enseña el ABP, a buscar la solución a estos problemas y así, hacer que dejen de serlo. Nos enseña a cooperar con los demás para enfrentarnos a lo que nos venga, así como estrategias y distintas maneras de trabajar en equipo o individualmente ante cualquier reto de forma creativa. Como decía Jack Sparrow: “El problema no es el problema, el problema es tu actitud ante el problema”, y eso es lo que tenemos que saber gestionar para poder enfrentarnos a la vida real y lo que se pone en práctica con el ABP. Y vosotros, ¿habéis tenido algún profesor que pusiera en práctica el ABP? Dejadlo en comentarios!